Se les denomina comisiones bancarias al precio que las entidades financieras aplican a los diversos servicios financieros ofertados.
A su vez tenemos los gastos bancarios mismos que se refieren a los desembolsos económicos que tiene contemplado “soportar” la entidad financiera para prestar el servicio al cliente y que, después de un tiempo, tendrá repercusiones sobre el mismo.
Cabe destacar que las entidades financieras tienen toda la libertad de fijar sus comisiones y gastos repercutibles, aunque existan algunas limitaciones legales. Aun así, las tarifas máximas deben ser de conocimiento público y estas mismas las puede consultar en el sitio del Banco de España.
¿Cuáles son los tipos de comisiones más comunes?
Resulta que las comisiones son un elemento básico del costo de las cuentas corrientes y de ahorro, de ahí la importancia de tomarlos en cuenta a la hora de comparar las distintas ofertas.
Comisión de mantenimiento
Aquí se paga por lo siguiente:
Comisión de administración
La comisión de administración se paga cuando la entidad presta servicios de cargo y abono adicionales a los cubiertos por la comisión de mantenimiento como pueden ser las siguientes:
Comisión por retirada de efectivo en un lugar distinto de donde está domiciliada la cuenta
Resulta que algunas instituciones bancarias cobran una cantidad cuando se presenta al cobro un cheque o bien si se solicita un reintegro por caja en una oficina que no es en la que se encuentra abierta la cuenta; este concepto muchas veces se denomina como “gastos de comprobación de firma” aunado a la existencia de fondos
Comisión por cancelación anticipada del depósito a plazo:
Tenemos que los contratos de depósito a plazo por lo general permiten la cancelación anticipada del depósito por parte del cliente, aunque esto se hace a cambio de una comisión que establece la misma institución financiera.