Hay toda una variedad de sistemas para obtener un crédito, entre ellos, los más usuales suelen ser los créditos bancarios, denominados así porque son brindados por una entidad bancaria. Precisamente por ser brindados por una entidad bancaria, se consideran más seguros en cuanto a sus diferentes opciones pero igual suelen y deben ser objeto de reflexión antes de tomar una decisión, por cuanto los intereses al capital suele ser elevados y la obligación puede resultarnos realmente costosa.
Debemos fijarnos muy bien en la tasa de interés porque de dicho conocimiento estableceremos el costo financiero del préstamo bancario. Además de este importante aspecto de los créditos bancarios, debemos evaluar si el mismo es flexible y sabiendo que podemos optar a un préstamo personal o un crédito hipotecario, en ambos hay que pagar intereses y en ambos como en todo tenemos que pagarlo pase lo que pase, así que lo mejor es ir viendo si entre sus opciones se encuentra la ventaja de aplazar el pago, negociación de cuotas, porque hay que tener en cuenta imprevistos como quedarnos sin trabajo.
Hoy en día algunos cuentan con el período de carencia de capital, en el que se renegocian las cuentas ante la falta de recursos del deudor, y usualmente suele ser un periodo de 1 a 3 años en que el titular del crédito solo paga intereses y aplaza por el tiempo que dure su falta de diner, el pago de capital. El pago al capital de préstamo tendrá vigencia de nuevo en cuanto el deudor se emplee de nuevo y pueda afrontar a deuda. Suelen ser usuales dentro de los préstamos hipotecarios.
Nuestras reflexiones sobre la capacidad de pago que tenemos para afrontar nuestros compromisos, es algo que demos afrontar con sinceramente porque puede que obtengas el crédito bancario que necesitamos y puede también que por algún tiempo podamos salir adelante con el mismo, pero si sucede algo como un desempleo o decidimos que el presupuesto no nos da para algo más, en lugar de solucionar un problema, aunque nos parezca que sí, nos estaremos creando otro que puede convertirse en un problema quizá mayor del que ahora queríamos solventar. Ante todo hay que tener presente, que una deuda contraída como un préstamo bancario es algo con lo que deberemos lidiar hasta que se cancele la última cuota.
Tenga en cuenta los siguientes factores a negociar antes de firmar su crédito o prestamos bancario: